Se trata de una práctica de meditación y una técnica de relajación. Aplicarlo a diario permite tener una actitud más distendida ante la vida porque es una herramienta que podemos usar en cualquier situación y en cualquier momento del día.
El objetivo final es que nuestras emociones no nos jueguen una mala pasada, que podamos tomar las mejores decisiones en cada momento y que nuestra mente deje de fabricar pensamientos que no nos llevan a nada bueno. Es una pråctica nacida en Oriente que se ha adaptado a nuestro estilo de vida y que nos ofrece gestionar nuestras emociones, descubrir cuáles son nuestros pensamientos más recurrentes para poder cambiarlos y así recuperar nuestro bienestar general.